Recientemente recibimos el libro Bosquescuela: Guía para la educación infantil al aire libre y tras leerlo decidimos que entrara a formar parte de nuestra sección de librería. Es un libro de muy fácil lectura y con un contenido muy claro e interesante.
La facilidad de su lectura se debe principalmente a lo bien estructurada que está la información de modo que en cada página expone un concepto o idea principal. Esto hace que sea una lectura ideal para llevar encima o para ir leyendo en momentos breves ya que no necesitas leer mucho para cortar la lectura en un punto significativo. De este modo que es muy sencillo volver a retomar la lectura en otro momento.
Por cada tema desarrollado en el libro, hay un ejemplo de cómo se materializa en el día a día del proyecto Bosquescuela, lo que nos permite asentar esa información de una manera más cercana y cotidiana.
El autor
Philip Bruchner, es fundador de la Iniciativa Bosquescuela y director del Centro Bosqueescuela Cerceda y ha trabajado en escuelas infantiles al aire libre en Alemania. Desde su experiencia nos acerca la realidad de una propuesta cada vez más en auge como es la educación infantil al aire libre.
Está muy influenciado por el modelo alemán y nos cuenta las singularidades de su proyecto, que es el primero homologado aquí en España de sus características. Leyendo el libro podemos acercarnos a lo que es el día a día en su escuela. Si bien, no todos los proyectos de educación al aire libre aquí funcionan exactamente de este modo, sí que comparten muchas de las características. Por eso nos parece importante difundir este mensaje y ayudar a normalizar la educación en contacto con la naturaleza como un modelo totalmente viable y necesario en nuestros días.
El día a día
Al igual que muchos de los proyectos en la naturaleza que conocemos, Philip Bruchner propone una clara rutina en el día a día donde se combinan paseos con juego libre y alguna actividad de cierre del día.
El juego libre es uno de los pilares de este proyecto y para que pueda darse de manera segura, tienen muy claras las funciones de los educadores durante el mismo. Es su tarea prestar total atención y velar por su bienestar físico y emocional pero manteniéndose en un segundo plano sin interrumpir el juego, salvo que sea necesaria su intervención por un conflicto o peligro.
Lo que diferencia a este modelo de otros conocidos es que también se incluyen en el día a día clases propiamente dichas. Lo que propone Bosquescuela es sacar de las aulas la escuela infantil manteniendo buena parte de su estructura.
La naturaleza está viva, es cambiante y ése es uno de los mayores recursos que los educadores utilizan para llevar a cabo sus clases. Siempre conectados con el medio que les rodea y dejándose sorprender por él.
Uno de los factores más enriquecedores es la mezcla de edades ya que hay un solo grupo por ciclo de infantil. Esto permite tratar mejor la individualidad de cada niño y niña y mejora el aprendizaje mutuo y la interacción entre ellos.
Esto último tiene gran relevancia ya que en Bosquescuela se basan en la Comunicación no violenta de Marshall Rosenberg, evitando los obstáculos en la comunicación que puedan crear distancia emocional. Parten de la base de que el bienestar de las personas, y en este caso de los niños y niñas, es fundamental para lograr un aprendizaje verdadero y sostenible y, por tanto, trabajan porque exista ese clima de integridad y respeto.
Valoración de los riesgos
Una de las partes que más me ha gustado del libro es la dedicada al riesgo y el aprendizaje. En ella se habla de las 6 categorías de riesgos que, según Ellen Sandseter, atraen a las niñas y niños:
- las alturas
- la velocidad
- las herramientas peligrosas
- los elementos peligrosos (fuego, agua…)
- juegos bruscos
- alejarse de la persona adulta
Esta definición de los diferentes tipos de riesgo permite tomar medidas para prevenirlos de una manera más eficaz. Eso sí, siempre teniendo en cuenta de que si no hay riesgo no hay aprendizaje. Lo que tanto oímos hoy de que si no salimos de nuestra zona de confort no aprendemos, está muy presente aquí en el día a día de la educación al aire libre. Como dicen, lo importante es controlar el riesgo para que no se convierta en un peligro y dejar que los niños encuentren el nivel de riesgo que pueden asumir en cada momento.
¿Qué necesitan llevar para el día a día?
Como ya sabemos, no hay mal tiempo sino mal equipamiento y en el libro se presenta una buena lista de lo indispensable para poder disfrutar de un proyecto así.
Aparte de la ropa, hablan de la importancia de las mochilas para sus paseos diarios. Nos encanta ver que la mochila que sale continuamente en las fotos del libro es la Waldfusch de Deuter, que tenemos disponible en nuestra tienda on-line.
Esta mochila está recomendada por la Bavarian State Forest and Wildlife Kindergarten Association, una entidad de referencia en el ámbito de las bosque escuela alemanas. Y vemos que aquí en Bosquescuela también forma parte importante del equipamiento.
Desde luego una lectura rápida, amena e interesante que os recomendamos sin duda si os interesa la educación en la naturaleza.