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Nuestra experiencia educando en la naturaleza

Recuerdo, 3 años atrás, una reunión de nuestras familias Amphibia, cuando Amphibia ni siquiera era una idea en la mente. Hablamos de la posibilidad de acceder a un terreno de una amiga para ir con nuestrxs peques y crear un proyecto.

Fueron meses de mucho trabajo de adecuación del terreno, pues éste estaba innacesible, casi totalmente cubierto por las zarzas. Y fue, claro, tiempo también de muchas conversaciones, debates sobre la parte pedagógica y sobre cómo acompañarles en la naturaleza.

Fotos Silvas Inicios

Era un proyecto de aprendizaje y juego libre en la naturaleza, con las familias involucradas y presentes. Un lugar donde las personas adultas también hemos aprendido infinitamente.

Así nació Silvas y Fentos. A lo largo de todo este tiempo han ido pasando muchas familias y cada una ha dejado su huella. Hace ya más de un año que está formado por un grupo bien estable.

Siempre ha sido un proyecto de organización caótica o precaria incluso. Ya que cada día de proyecto sabemos a través del whatsapp sí el grupo irá al bosque o no. En nuestras casa, cada familia atiende a si ese día, ‘que toca Silvas’, cada persona quiere ir. Ya que para nosotras no tiene sentido un proyecto en la naturaleza sino respetamos la propia naturaleza de nuestrxs peques. Y es que aunque les guste mucho un sitio, o se lo pasen muy bien, o les guste estar con sus compañerxs, a veces, simplemente no les apetece ir y entonces ¿por qué ir?

¿Que no es algo muy estructurado de cara a lxs peques? Puede ser. La vida tampoco lo es, por más que tratemos en estructurarla. Ganemos más en flexibilidad, en adaptarnos al cambio, a lo inesperado. Nunca es tarde para decidir que hoy nos vemos en la playa y no en el bosque.

Aprendiendo en la playa

Más de un día y más de 2, me he visto sólo con mi hija en el bosque. Y también le ha pasado a otras familias, claro. También ha habido días en que, a pesar de estar todo el grupo, apenas les hemos visto, porque mi hija quería estar a solas conmigo. Y días en los que a quien no he visto ha sido a ella, porque se iba todo el tiempo con otras personas. Y eso es algo importante en Silvas, acompañar el proceso de socialización de cada peque. Ni falta decir que no consideramos que un aula con 20 niñxs y una persona adulta sea el idea de socialización como se suele decir, sino que creemos más en un ambiente en que hay personas adultas, niñxs, y donde cada una puede buscar su lugar.

Crecer en la Naturaleza (Copiar)

Ahora, que no formamos parte del día a día ya de este proyecto (la otra mitad de Amphibia, sí) y nos separan kilómetros y kilómetros de agua y tierra, estamos iniciando otro espacio de aprendizaje en la naturaleza. Seguimos con el pleno convencimiento de que un espacio natural expansivo es el mejor lugar que podemos ofrecer a nuestra hija para que crezca a su ritmo, el mejor ambiente ‘preparado’ para que aprenda aquello que necesita libre de expectativas y el lugar ideal donde podemos acompañarle con aire puro y sin prisas.

Larga vida a Silvas y a todas las inicitivas que tratan de devolverle la naturaleza a la infancia (¡y a la adultez también!).

Gracias por vuestra/nuestra labor.

Magda

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