Los hongos ya se alojan en repisas en los troncos húmedos del suelo. Con suerte, podemos encontrar esqueletos de hojas, pudiendo ver sus venas y peciolo. Musgo y líquenes recubren superficies y cortezas. Hielo… ¿a qué sabes?
Y cuando la nieve nos visita, nos deja ver más fácilmente a los habitantes del bosque quienes, buscando alimento y refugio, nos dejan sus huellas estampadas en el blanco suelo. ¡Hola, invierno!
Puede parecer que el invierno es una estación desnuda donde todo está en quietud, pero en la naturaleza todo sigue su proceso y la vida nunca cesa. Por eso os invito a caminar por la naturaleza tratando de descubrir aquello que ayer no estaba y hoy, sin embargo, ya es diferente. Seguro que descubrís más de lo que os imagináis.
La propuesta que os traigo para celebrar esta estación es la creación de un «Palo de los Tesoros Naturales«. Al final del artículo encontraréis una alternativa para crear el «Palo de los Tesoros No Naturales«
¿Qué posibilidades ofrece esta propuesta?
- Puede realizarse en cualquier parte de la geografía mundial 🙂
Puedes realizarlo con tesoros de tu entorno más cercano, y, si viajas, también puedes crear tu Palo de Tesoros Naturales con elementos de esos viajes y zonas diferentes. - Se adapta perfectamente a cualquier estación del año.
- Apto para todas las edades con diferente grado de participación en el proceso según intereses y motivaciones.
¿Y Beneficios?
- Invita a salir regularmente a la naturaleza, cuidando así nuestro cuerpo, mente y alma con vitamina N «de la buena» 😉
Al final del mes podremos ver a través de nuestros tesoros la cantidad de veces que hemos salido a la naturaleza, haciéndonos conscientes de nuestra regularidad y pudiendo cambiar hábitos si fuera necesario. - Es una forma de coleccionar tesoros naturales desde la responsabilidad y el cuidado al entorno.
- Permite observar el paso del tiempo y los ciclos en la naturaleza.
- Nos ayuda a trabajar el desapego desde la gratitud y la importancia del cierre de ciclos.
- Fomenta la observación y la plena atención en la naturaleza.
- Si se realiza en otras estaciones del año también, invita a establecer una reflexión sobre el clima, los árboles, las plantas, los caminos, hongos… abriendo puertas a la investigación y el aprendizaje de materias como botánica, geología, climatología…
- Nos acerca a la biofilia, al amor por lo vivo, por la naturaleza; a su cuidado, respeto y valoración.
- Si vamos a la naturaleza con más personas, es una propuesta que invita a la socialización y al compartir.
¡Toma nota! Vamos con la propuesta…
- Sal a la naturaleza en familia y buscad un palo, que será sobre el que van a colgar los tesoros que encontréis en invierno. En mi caso elegí un palo de playa que encontré tras un temporal 🙂
- Elegid un sitio específico en vuestra casa para el Palo de los Tesoros, así podréis ir siempre que queráis observar cómo cambia.
- Cada vez que vayáis a la naturaleza, escoged un elemento natural que sea característico de esa estación del año y colgadlo de vuestro palo.
- Os invito a no repetir elementos o estados, es decir, podéis tener dos piñas, una cerrada que encontrásteis en un día de lluvia y otra muy abierta tras el sol de varios días. Es el mismo elemento, pero en estados diferentes. Eso permite reflexionar, curiosear ¡e investigar los porqués!Decorad aquellos elementos que os apetezca.
- Como luego vamos a cerrar el ciclo y llevarlos de nuevo a la naturaleza, propongo que sea con materiales naturales, para no llevar basura al campo y así cuidar nuestro entorno y sus habitantes.
- Cuando hayamos terminado, nuestro palo invita a reflexionar sobre qué cosas nos hemos encontrado, revivir y recordar aventuras en el bosque/playa y compartir opiniones.
- Para concluir y cerrar ciclos, en nuestros siguientes paseos y antes de comenzar con el siguiente palo, llevaremos al bosque los elementos recogidos y los colocaremos en los lugares… ¿que los encontramos? ¿nos acordaremos? ¡Buena prueba de memoria!
PROPUESTA ALTERNATIVA – El Palo de los Tesoros NO Naturales
Me gustaría invitaros a una última propuesta que podéis combinar con la anterior y que además suma un plus de conciencia hacia nuestro entorno y nuestra gestión de los residuos.
Cuando vayamos a la naturaleza, busquemos elementos NO naturales, aquellos que no deberían estar ahí (tapones de plástico, latas, trozos de bolsas…) y que tal vez por viento, por descuido humano u otros motivos… han llegado a parar allí. Recojamos esos tesoros y hagamos nuestro palo alternativo.
¡Podemos hacer ambos y reflexionar al finalizar el proceso!
Seguro que encontraremos muchos tesoros no naturales y ayudaremos a cuidar nuestro entorno. Por supuesto, estos tesoros no tienen retorno al bosque, así que aprovechemos para clasificarlos y depositarlos en su respectivos contenedores 🙂
¡Feliz y bonito invierno, familias!
Me encanta la propuesta, es preciosa. A ver si nos animamos a hacerlo que puede quedar chulisimo 😀 Gracias!
Precioso, me encanto.
Por estos días resueno con estas actividades.
Gracias.
Muchas gracias a ti, Gabriela 🙂