La infancia es un período crucial para el desarrollo cognitivo y la adquisición de habilidades. Entre estas habilidades se encuentra el pensamiento científico, el cual permite a los niños aprender a través de la exploración, la experimentación y la observación del mundo que les rodea. Fomentar el pensamiento científico desde la infancia no solo ayuda a los niños a comprender mejor los conceptos científicos, sino que también puede fomentar su curiosidad natural y su capacidad para resolver problemas. Además, el pensamiento científico puede ayudar a que desarrollen habilidades para tomar decisiones informadas y para entender y abordar problemas complejos en el mundo actual. Por lo tanto, es esencial que la infancia tenga la oportunidad de experimentar la naturaleza y adquirir habilidades científicas de forma natural desde edades tempranas.
Motivos por los que estar en la naturaleza ayuda a tener pensamiento científco
- La naturaleza ofrece una gran cantidad de oportunidades para observar y explorar. Al pasar tiempo al aire libre, los niños pueden estudiar de cerca los patrones, colores, texturas, sonidos, olores y movimientos de la flora y fauna, y hacer preguntas sobre ellos.
- La naturaleza puede inspirar la curiosidad y hacer que los niños hagan preguntas sobre cómo funcionan las cosas. Esto les ayuda a desarrollar habilidades para hacerse preguntas y a cultivar su curiosidad natural.
- Los niños pueden realizar experimentos y descubrir nuevas formas respetuosas de interactuar con el medio natural. Por ejemplo, pueden observar cómo se comportan las hojas al ponerlas bajo diferentes condiciones, o cómo se comportan determinados objetos al ponerlos sobre un charco.
- Al observar y explorar la naturaleza, los niños pueden enfrentarse a problemas y desafíos que requieren pensamiento crítico para resolverlos. Por ejemplo, pueden tener que averiguar cómo cruzar un río sin mojarse, o cómo construir un refugio resistente al viento.
- Además ayuda a los niños a comprender cómo están conectados los diferentes elementos de la naturaleza. Por ejemplo, pueden entender cómo la lluvia afecta a la vegetación, o cómo la presencia de ciertos animales en un ecosistema influye en la supervivencia de otras especies.
- El contacto con la naturaleza involucra los sentidos, la emoción y la experiencia directa, lo que puede ayudar a los niños a comprender mejor los conceptos científicos y a retener la información a largo plazo y de forma más significativa.
Cómo podemos acompañar de forma adecuada a niños y niñas para cuidar esa curiosidad
Para cuidar la curiosidad y el asombro en la naturaleza en los niños, no es necesario ser expertos. Lo importante es acompañarlos en su exploración mostrando también esa curiosidad. Se puede fomentar la exploración libre, haciendo preguntas abiertas, proporcionando herramientas para la observación y la recolección, y dejando que los niños investiguen y hagan sus propias conclusiones. Además, se pueden organizar actividades y juegos que estimulen la creatividad y la imaginación, como construir fortalezas con ramas y hojas, hacer dibujos de la naturaleza o buscar tesoros.
El objetivo es que los niños se sientan seguros, apoyados y respetados mientras exploran la naturaleza, lo que les permitirá desarrollar su curiosidad y asombro por el mundo natural. Este acompañamiento puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades importantes, como la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la empatía.
Para mantener vivo en un niño su innato sentido del asombro, se necesita la compañía de al menos un adulto con quien poder compartirlo, redescubriendo con él la alegría, la expectación y el misterio del mundo en que vivimos
Rachel Carson, El sentido del asombro
Qué materiales pueden ayudarnos a que niños y niñas exploren la naturaleza
Hay muchos materiales interesantes que pueden ayudar a los niños a explorar y descubrir la naturaleza de una manera más cercana. Algunos ejemplos:
- Una lupa o microscopio de bolsillo puede ser herramientas útiles para que los niños observen de cerca insectos, plantas y otros materiales pequeños que encuentren en la naturaleza.
- Red de mariposa: una herramienta excelente para atrapar y observar mariposas y otros insectos voladores.
- Unos prismáticos pueden ayudar a los niños a observar aves y otros animales que se encuentran lejos o en lugares difíciles de alcanzar.
- Guías y libros de naturaleza: los libros de identificación de plantas y animales pueden ayudar a los niños a aprender más sobre la naturaleza y a identificar lo que encuentran.
- Un cuaderno de dibujo y lápices de colores pueden ser herramientas valiosas para que los niños dibujen y documenten lo que ven en la naturaleza.
- Cesto o bolsa para recolectar piedras, hojas, ramas y otros objetos interesantes que se encuentren en la naturaleza., siempre con respeto y respetando la legislación vigente.
En general, cualquier herramienta que permita a los niños interactuar con la naturaleza de manera segura y respetuosa puede ser útil para su exploración y descubrimiento.
En resumen, el contacto con la naturaleza en la infancia puede fomentar el pensamiento científico al proporcionar oportunidades para observar, explorar, experimentar, descubrir, resolver problemas, comprender conexiones y aprender de manera multisensorial. Los niños que experimentan la naturaleza de manera regular pueden estar más motivados para aprender y pueden tener una mayor comprensión de la ciencia y del mundo que los rodea. Además se desarrolla más fácilmente el respeto y el cuidado del medio natural.
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