Un año más ha llegado la navidad y con ella una de las épocas más especiales, frias y comerciales del año. Nos guste o no la navidad, y estemos más o menos de acuerdo o no con ciertas tradiciones que impulsan al consumismo, lo cierto es que es muy difícil escapar de ello.
Hay quien le encanta la navidad y estas semanas las disfruta a tope, con los adornos navideños, las calles iluminadas, y preparando sorpresas y regalos para las personas de su entorno. Hay también quien no se siente agusto en estas fiestas en las que parece que hay que estar contento sí o sí y en las que además parece que hubiera que hacer regalos obligatoriamente. Otras nos movemos entre una y otra postura buscando una manera de abordar las navidades que nos haga sentir mejor y vivirlas de manera más coherente.
Por un lado además está el dilema, en muchos casos, de participar o no de una celebración que viene de una religión en la que no se cree. Aunque como ha pasado con la mayoría de celebraciones de este tipo, al final se han ido difuminando de tal modo que no es el origen religioso el que mueve a la mayoría de gente sino la tradición de la fiesta en sí. La gran mayoría de personas adultas (al menos de mi generación) tenemos un recuerdo mágico de la navidad y la noche de reyes y es esta magia la que nos gustaría conservar.
Este tema daría por sí sólo para mucho desarrollo y debates muy interesantes. Sin embargo, queremos centrar nuestra reflexión de hoy en otro punto y es el qué y porqué regalar.
¿Por qué hacer regalos en estas épocas?
Creo que ésta es la primera pregunta que deberíamos hacernos: ¿por qué hacer regalos en navidad?
En mi opinión es importante saber cuál es tu motivo para hacer regalos porque eso hará que tu búsqueda de regalos vaya más encaminada. No es lo mismo si quieres hacer regalos para que tus niños tengan lo que han pedido y así no pierdan la magia que si quieres hacer regalos que tú les has hecho a mano y así darles algo lleno de tu tiempo y amor.
Dedícate unos minutos para pensar tranquilamente qué te lleva a tí a regalar. ¿Regalas por tradición, porque “toca regalar”? ¿Regalas por la ilusión de dedicar un tiempo a pensar algo que pueda gustar a esa persona? ¿Regalas porque realmente te apetece pero no tienes mucho tiempo para dedicarle a la búsqueda de regalos? ¿Te gusta guardar tus regalos para la noche de Reyes o preferirías poder ir haciendo estos regalos cuando a tí te apeteciera más a lo largo del año?
En definitiva, ¿regalas por inercia o con consciencia?
Respondamos con honestidad y actuémos en consecuencia.
¿Qué regalar?
Si quieres haer regalos estas navidades y ya tienes más claro el porqué, podemos pasar a preguntarnos qué regalar.
Si regalamos por inercia, porque es lo que toca, para no desilusionar… es probable que compremos cosas sin total convincción y que compremos ‘más de la cuenta’ porque lo que importa es comprar, el número de paquetes, la cantidad… y al final acabemos regalando muchas cosas vacías de significado. Y eso se nota al recibirlas.
Si en cambio regalamos de una manera más consciente, seguramente dediquemos el tiempo necesario a cada persona. Pensar qué le gusta, qué necesita, qué le puedo aportar yo. Ésta última pregunta me parece importante. Para mí el regalo perfecto aúna los intereses de la persona que recibirá el regalo con las habilidades e intereses de la persona que regala.
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Si compro algo que la otra persona quiere pero que a mí ni me viene ni me va, más que un regalo sería como una subvención (yo te doy este dineroconvertidoenregalo para que tengas eso que quieras)
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Si compro algo que a mí me encanta pero que a la persona que le regalo no, ¿qué sentido tiene? ¿es realmente un regalo para esa persona? Muchas veces volcamos nuestros intereses (a menudo frustrados) hacia la persona a la que regalamos. Esto ocurre mucho con los niños pequeños, queremos regalarles aquello que nunca tuvimos y siempre quisimos… pero, ¿y éste niño lo quiere?
Por eso me parece importante pensar qué puedo regalarle yo, qué hace distinto mi regalo, qué hace que a las dos partes nos guste y nos sintamos cómodas con él.
Uff, lo sé, ésta no es la manera rápida de regalar. Regalar por inercia es más rápido porque no implica pensar.
Regalar tiempo y dedicación
Tiempo y dedicación en la elaboración/elección o tiempo y dedicación en el disfrute del mismo.
Y es que otro factor que me gusta tener en cuenta en los regalos, sobre todo a mi hija, es que sea un regalo que se pueda disfrutar, que podamos experimentar juntas (o no, depende del regalo).
Cuando mi hija tenía 2 años hicimos un pequeño stopmotion familiar, poniendo en una habitación vacía todos los juguetes que tenía. Una barbaridad. O eso nos pareció a nosotros que de aquella montaña le habíamos regalado muy poquitas cosas. Desde entonces, aunque también caen regalos materiales porque mola, tratamos de buscar regalos que se puedan vivir, que se puedan sentir o que nos permitan vivir ciertas experiencias mejor. No siempre lo conseguimos, no siempre encontramos el momento, pero ése es nuestro ‘objetivo’.
Si os apetece contestar a las siguientes preguntas en los comentarios, quizás podamos iluminarnos entre todas 🙂
¿Qué dificultades os encontráis a la hora de escoger regalos? ¿qué os gustaría regalar?
Desde Amphibia Kids nuestra propuesta es siempre propiciar experiencias. Si hay algo en nuestra tienda que os ayude a ello, estaremos encantadas de enviároslo estas navidades.
Pero recordad, sólo si es lo que queréis ambas 😉